31 de mayo del 2021

 

Queridas amigas y amigos:
A todos los miembros de nuestra familia judicial:
Estamos cerca de superar uno de los mayores desafíos del Siglo XXI. La disponibilidad de nuevos tratamientos y el progreso en la campaña nacional de vacunación confirman nuestra esperanza en la humanidad y el inmenso potencial de su unidad.
Ahora es momento de cerrar filas y refrendar nuestros votos por la seguridad y la salud de nuestras familias como la más auténtica cuestión de vida o muerte.
Las vidas perdidas en esta pandemia no son cifras ni datos aislados. Son historias de carne y hueso indispensables para entender “nuestra” historia y medir el tamaño de la responsabilidad confiada en nosotros.
Cada una y cada uno de los que estamos vivos el día de hoy tenemos una deuda de gratitud y respeto con esas vidas perdidas. Debemos saldarla entregándonos de lleno al cumplimiento de nuestros mayores propósitos y protegiendo a nuestra comunidad. Nuestra vida tiene una razón trascendente y los invito a celebrarla con toda nuestra determinación.
Estoy más seguro que nunca de que el final de esta emergencia está cerca. Trabajamos sin descanso con esa firme creencia y debemos hacer un acopio de fuerza y responsabilidad para ver al futuro con optimismo.
Lavar frecuentemente nuestras manos, usar cubrebocas, conservar la sana distancia, evitar aglomeraciones y mantener una nutrición balanceada siguen siendo medidas de relevancia crítica para mantener nuestra libertad y la fuerza del pulso de la justicia.
Seguimos trabajando en medidas para reducir el impacto sanitario, económico, laboral y jurisdiccional de esta crisis. La vida de nuestra comunidad es nuestra principal motivación.
Les hago una afectuosa invitación a sumarse a esta causa.
Rafael Guerra Álvarez.